Darío Diario: grabado y gráfica contemporánea en Monterrey

Hola a todos, siguiendo con el contenido de este blog sobre ilustración y gráfica, me da gusto poder platicar y conocer más sobre la carrera artística y el trabajo de mucha gente que propone y genera gráfica en distintos formatos y contextos.

Este espacio busca no solo mostrar resultados finales, sino también explorar y entender los procesos detrás de cada proyecto: cómo surgen las ideas, qué motiva a cada autor y de qué manera se traduce su pensamiento visual en obra. La intención es documentar y compartir el recorrido de artistas, diseñadores, grabadores y creadores que forman parte de la escena actual, tanto local como nacional.

También es una manera de abrir conversación sobre la gráfica contemporánea, los medios de producción y las nuevas formas de difusión. Cada entrevista o publicación aquí pretende dejar una huella sobre lo que se está haciendo hoy y hacia dónde se mueve la gráfica que nos rodea.


En esta ocasión tuve el gusto de hacerle algunas preguntas y conocer más sobre la trayectoria de Darío Diario, artista regiomontano dedicado al grabado en linóleo y la gráfica contemporánea.

Darío Romo (instagram: @Darío Diario)

TLC (Tejiendo Lazos Creativos)

Desde su taller colectivo TLC en Monterrey, Darío Diario trabaja el linograbado como medio central de su práctica artística, en esta entrevista comparte su proceso, los temas que lo mueven y la forma en que incorpora elementos del entorno urbano a su obra gráfica.


¿Cómo descubriste el grabado en linóleo y qué te llevó a elegirlo como una de tus principales técnicas?

Darío: Descubrí el grabado primero en la carrera de diseño, creo que la materia era Técnicas de impresión.
En ese momento no me llamó la atención porque estaba alejado de lo análogo. En ese tiempo dibujaba poco y me interesaba más lo digital.
Después de terminar la carrera y mientras trabajaba en algo que no disfrutaba, tuve la oportunidad de entrar a un curso de grabado en la Escuela Adolfo Prieto, en 2015.
La clase la daba Angélica Bracho, y recuerdo que también llegó Edgar Argáez, mejor conocido como Bacalao, a explicar algunas cosas.
Cuando vi su trabajo, me clavé mucho en la técnica.
Más tarde, Edgar junto con Raúl Márquez crearon el taller 1010 y me invitaron a trabajar mis proyectos ahí.
Gracias a ellos mi producción fue más constante y aprendí otras técnicas como aguafuerte, punta seca y placas perdidas.


¿Qué significa para ti el proceso manual del grabado frente a las técnicas digitales?

Darío: Es un reto siempre, porque el proceso de una placa es todo un viaje.
Planearla, tallarla con paciencia, pensar cada trazo porque no hay marcha atrás.
A veces tienes una idea de cómo se verá tu diseño y al imprimir resulta que se ve mejor, o al revés.
Además, el resultado depende de muchos factores: el tipo de papel, el entintado, la presión del tórculo.
Cada impresión tiene pequeñas variaciones, algo que como diseñador gráfico al principio me costaba apreciar.


¿Podrías contarnos sobre tu primera obra en linóleo y qué recuerdas de esa experiencia?

Darío: La primera fue una que hice en la escuela, un querubín con estilo de tatuaje tradicional.
No me gustó el resultado porque la hice en negativo y fue algo muy improvisado.
Pero la primera obra que sí me gustó fue una placa tamaño media carta: un rostro femenino con alas de libélula y espinas.
No estaba bien tallada porque no sabía afilar las gubias, pero me encantó ver esa estampa impresa en papel color hueso.


¿Qué referentes artísticos han influido más en tu estilo gráfico?

Darío: Definitivamente los grandes maestros del grabado: Leopoldo Méndez, José Guadalupe Posada y Gustave Doré.
Y más contemporáneos, artistas como James Jean, Takehiko Inoue, Mazatl, Lauren YS, Kenta Tori o José Mertz.
Hay muchísimos artistas impresionantes haciendo obra en todo el mundo.


¿Cómo decides los temas o símbolos que aparecen en tus piezas?

Darío: Siempre es diferente.
A veces parto de una idea vaga que va tomando sentido sobre la marcha.
Otras veces reviso mis sketchbooks viejos hasta encontrar algo que prenda la chispa.
Casi siempre agrego elementos que veo en mi entorno: un Oxxo, un aire lavado viejo, unos tenis colgados o un grafiti del Pront o del Pura.


¿Cuál ha sido el proyecto de grabado más retador que has realizado y por qué?

Darío: Durante la pandemia hice por primera vez un grabado grande, de cincuenta por setenta centímetros.
Le dediqué varios meses sin apurarme.
Fue retador porque suelo aburrirme rápido de mis piezas, pero con esta me obligué a ir despacio.
Entre pausas hice otros grabados pequeños para despejarme, y eso me ayudó a mantenerme constante.


¿Cómo ha cambiado tu manera de abordar la gráfica desde tus primeros trabajos hasta hoy?

Darío: Ahora tengo dos formas de trabajar.
Una es digital, cuando tengo una fecha límite, uso Procreate antes de tallar.
La otra es totalmente análoga, cuando no hay prisa.
Dejo que la pieza evolucione sola, cambio el rumbo si lo necesito, y me permito explorar texturas.


¿Qué diferencias encuentras entre trabajar un mural y una estampa en linóleo?

Darío:Trabajar en la calle es otra historia.
Cada muro me pone a prueba y me obliga a improvisar.
En los muros me cuesta más desprenderme del chip de diseñador gráfico, soy más lento, pero disfruto el proceso.
En el grabado soy más constante y puedo notar cómo mejora mi técnica con la práctica.


¿Cuál es el papel de la cultura mexicana en tu obra?

Darío: Siempre está ahí.
Aunque tenga influencias de otras culturas por internet o el cine, mi cultura mexicana y regiomontana está presente.
Mosaicos del centro, bombas grafiteras, botas, Oxxos, asadores.
Siempre intento dejar un guiño a mi entorno.


¿Cómo manejas la parte técnica del linograbado para mantener una identidad visual propia?

Darío: Sigo aprendiendo.
Me gusta mezclar técnicas en una misma pieza, como punta seca con linóleo o agregar un gofrado.
Creo que eso se ha vuelto un sello personal.


¿Qué importancia tiene para ti la reproducción múltiple en el grabado?

Darío: Me gusta que mis piezas lleguen a mucha gente.
Aunque hago tirajes pequeños, me gusta que una misma estampa pueda estar en distintos lugares.
Desde un coleccionista hasta alguien de mi barrio.
Eso me parece importante en una ciudad que no tiene tanta costumbre de coleccionar obra.

Ejemplo de propaganda para street art con técnica de grabado


¿Has colaborado con otros artistas o talleres?

Darío: Sí.
En Monterrey colaboré con el Taller de la Rosa, de Diego de la Rosa, y realizamos una carpeta gráfica con varios artistas locales. En Ciudad de México conecté con colegas y talleres como el TIR, el estudio de Eduardo Robledo y la Galería La Callejera de Momo.
Regresé muy motivado. Los talleres de grabado siempre te hacen sentir bienvenido.


¿Qué opinas del estado actual del grabado en México?

Darío: No sé si pueda hablar de todo México, pero en Monterrey hay un movimiento sólido.
Hay comunidad, talleres y proyectos como la Reseña de la Gráfica de Nuevo León, de Isabel Hernández.
Además de espacios como el Taller 1010, Forma 5 y el Taller de la Rosa, que mantienen viva la escena.


¿Qué consejos darías a jóvenes artistas que quieren iniciarse en el linograbado?

Darío: Que se acerquen a un taller.
Siempre hay alguien dispuesto a compartir conocimiento. Y si no hay talleres cerca, pueden aprender con tutoriales. El grabado se puede practicar sin prensa, con materiales básicos y mucha curiosidad.


¿Hacia dónde te gustaría llevar tu obra en los próximos años?

Darío: Viajar.
Me gustaría llevar mi obra a otros estados y países, hacer residencias y seguir aprendiendo.
También recibir artistas de otras regiones y explorar nuevos formatos, como cerámica o figuras en 3D.
Hay muchas cosas que me gustaría hacer.


Con estas 15 preguntas cerramos lo que queríamos conocer del buen Darío Romo (Darío Diario).
En esta charla me enfoqué principalmente en su trabajo como grabador, pero Darío tiene muchas más facetas como artista.


Además de su trayectoria en la gráfica, cuenta con formación en diseño gráfico y, al igual que su servidor, es egresado de la Universidad Metropolitana de Monterrey.
También es un gran muralista, con varias piezas distribuidas por la ciudad y en distintos eventos relacionados con la gráfica.

Aquí les dejo algunos ejemplos de su trabajo mural y aprovecho para despedirme, esperando que disfruten este proyecto y las entrevistas que seguirán.


La idea es continuar compartiendo más sobre la gráfica local, nacional y, por qué no, también internacional.

¡Saludos!

 

Porras Visual® Studio – Blog de ilustración y gráfica
Monterrey, Nuevo León, México
Octubre 2025

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